Capítulo 4: Autoconsciencia de clase

Aquí se intentará un acercamiento a la particular antropología visual que elaboró Ospina para analizar las pésimas relaciones sociales que se dan en este país a consecuencia de su racismo estructural, el amor de su población por el odio de clase, su siempre improvisado desarrollismo y sus intermitentes crisis económico-espirituales.

Introducción: «El corolario, bla, bla, bla…»

Guillermo Blanco
25 años de UNICEF. América Latina: la Guerra secreta
Periódico El Tiempo, Lecturas Dominicales
Bogotá
1971

La expresión «el corolario es casi inevitable», aparece varias veces en la obra de Luis Ospina. Tomada del panfleto de una organización descentralizada de apoyo a la pobreza en países del Tercer Mundo, le sirvió al realizador para cuestionar algunas circunstancias sociopolíticas del período histórico en que desarrolló su carrera: la aburrídíiiisima pero permanente retórica paternalista de las entidades encargadas de manejar la pobreza estructural durante la Guerra Fría en Latinoamérica y el reflejo de esta actitud en la producción de autores que se dedicaron al manoseo sistemático de amplias capas populares para obtener réditos en el exterior.

Dos ensayos antropológicos: Agarrando pueblo y Asunción

Luis Ospina, Carlos Mayolo
Guión cinematográfico de Agarrando pueblo
Mecanoscrito con anotaciones
1970

Pepe Sánchez
El cine político debe ser rentable
Alternativa No. 131, sept. 12-19
Bogotá
1977

El personaje principal de Asunción generó un previsible nivel de incomodidad en la clasista intelectualidad colombiana, causando una animadversión acorde con el zeitgeist pseudopolítico y bobalicón de la época. Básicamente, se exigía que de aparecer en escena, una empleada de servicio debía limitarse a ser la caricatura de una sufridora mujer trabajadora de clase baja.

Sobre este asunto, Ospina se burlaba en una carta que dirigiera a Martha Rodríguez y Jorge Silva, el 2 de agosto de 1977:

«“Asunción” fue atacada por muchos a raíz de los premios de Colcultura. En especial, fue criticada por los mamertos en su órgano Voz. Anarquista, productora de confusión, irresponsable, y demás. […] Se llegó a decir que nosotros habíamos ‘comprado’ el premio. Ni siquiera nos lo han pagado. Se nos acusó de habernos vendido al sistema al recibir el premio. En fin, todo ese canibalismo cultural tan nuestro. Ni me inmuto, ni me emputo».

Luis Ospina, Carlos Mayolo
Guión de rodaje de Asunción
Secuencia final
1975

Patricia Restrepo
Rodaje de Asunción
Hoja de contactos
1975

Junta Asesora de Calidad
Fallo sobre la presentación pública de Asunción
1976

Así mismo, «Asunción» fue censurada por la Junta de Calidad (básicamente, una pandilla de personas heredada de la dictadura del General Gustavo Rojas Pinilla, interesadas en evitar la circulación de cierto de tipo de contenidos en las producciones cinematográfica de la época).

Dentro de los argumentos que esgrimió este organismo de censura para boicotear la difusión de la pieza se dijo que ésta carecía de «laboratorio», edición o dirección artística. Ospina jamás supo qué significaba eso.

Luis Ospina
Apelación del fallo de la Junta Asesora de Calidad sobre la presentación pública de Asunción
1976

Luz Dary Rubio
Premio nacional a film vetado
El País, Cali
197

Deriva 1: Hermandad de clases

«“Había un programa que se llamaba Rayuela, dirigido por Astrid Muñoz, quien fue asistente mía en el documental de Antonio María Valencia. Ella tenía ese programa y a mí me dieron carta blanca para hacer tres o cuatro minutos de cada emisión del programa. Yo opté por hacer un experimento que era trabajar con cámara fija, no poniéndole el micrófono a la gente, sino dándole el micrófono a la gente. El punto de partida que tomé fue más o menos el que utilizó Jean Rouch en un documental de hace muchos años [Crónica de un verano, 1961], cuando le preguntó a la gente de París si era feliz. Inclusive yo le hice la misma pregunta a la gente aquí en Cali. Cuando esas grabaciones salían, como parte de un programa, era simpático y todo. Pero ya una vez que lo reuní todo, vi que allí había algo muy sólido, que eso expresaba en cierto sentido la idiosincracia del ser caleño.”

Luis Ospina, 1993

“¿Cómo puedo ser cómplice del otro? ¿Cómo, de alguna manera, termino por explicarlo? ¿Cómo el cineasta es parte de ese otro, de esa marginalidad que explora? ¿Cómo el proceso de hacer conciencia de la existencia de los otros es el proceso del ojo, de la cámara al mirar, al hacerse cómplice?»

Gastón Alzate, 1997