Capítulo 2: Teoría y praxis de la narración biográfica

Aquí se indagarán las diferentes estrategias que Ospina implementó para construir cánones de interpretación sobre la vida de críticos de cine desgraciados en su juventud, gestores culturales echados al olvido, artistas ad portas de la muerte o escritores de acerada potencia expresiva.

Trilogía vallecaucana: María, Andrés y Antonio

Karen Lamassonne
Foto intervenida del rodaje de En busca de María, tomada por Eduardo Carvajal.
De izq. a der.: Luis Ospina, Sandro Romero, Elsa Vasquez, Jorge Nieto
1985

«Yo llegué a «En busca de María» porque yo siempre he estado muy preocupado por la conservación del patrimonio fílmico colombiano. Entonces, después de «Pura sangre», Jorge Nieto, Enrique Ortiga y yo, además de otras personas, tratamos de hacer realmente una cinemateca, o un centro de restauración de películas y comenzamos a acumular películas de toda la gente que nos las quisiera donar y las íbamos restaurando en un apartamento que teníamos Jorge Nieto y yo en Bogotá. […] Cuando surgió la idea de hacer «En busca de María», eso fue un proyecto que hicimos cuando Claudia Triana estaba dirigiendo la Cinemateca Distrital y ella le propuso el proyecto a Nueva Era, una empresa publicitaria que tenía Cine Colombia, para que financiara este documental y lo sacara en sobreprecio. Obviamente eso me interesaba a mí muchísimo porque era sobre la primera película rodada en Colombia […] aquí en el Valle, en 1921, por Alfredo del Diestro y Máximo Calvo.»

Luis Ospina, 1993.

«La película de Ospina y Nieto es excelente. Va más allá de los datos consignados por Martínez Pardo para rehacer un capítulo importante en la arqueología del cine nacional […] El encanto del simulacro de rodaje es grato para el cinéfilo y todos los que se apasionan por las vejeces sobre las cuales escribiera tan plásticamente José Asunción Silva; emula bellamente, si se quiere, a todas aquellas manifestaciones de cine en el cine que tienen su origen en una sincera devoción por las cintas del pasado.» 


S. F., 2011, tomado de A. A. V. V., Oiga/vea sonidos e imágenes de Luis Ospina, Universidad del Valle, 2011, p. 114.

«La película de Andrés Caicedo comienza con una joven preguntándole a otra joven en un centro comercial quién era Andrés Caicedo, y nadie de esa generación sabe quién es: unos dicen que era un guerrillero, otros que era un nadaísta, otros dicen que no saben quién es. Cali es una ciudad malagradecida con sus valores culturales.»

Luis Ospina, 1994

«… en una ciudad como Cali, que es un poco frívola, hay una tendencia a olvidar ciertos valores culturales que ha tenido la ciudad, entonces por eso me han interesado personas como Antonio María Valencia […] en Cali no había nada, era un desierto cultural absoluto y llegó este tipo de Francia y cambió todo. Él fundó lo que es el teatro, la Orquesta Sinfónica, la Escuela de Bellas Artes, todo fue iniciativa de Antonio María Valencia y es una figura que los mismos alumnos del conservatorio Antonio María Valencia no saben quién fue. De eso me di cuenta cuando hice la película sobre él.»

Luis Ospina, 1994

Deriva 1: Ensayos con la biografía: Lorenzo

«En esa cita [«soñé que mi película se hacía paulatinamente ante la mirada, como el lienzo eternamente fresco de un pintor», de Robert Bresson], encontré dos cosas que me interesaban, tres cosas, la cosa que está en proceso, la cosa que es de un pintor y de un sueño. Por eso decidí comenzar la película con un sueño […] nunca había visto un documental que comenzara con un sueño […] Eso sirvió como presentación, y comienzan ya los intertítulos de los sentidos. Yo quería que esto fuera como una visita, por eso se ve el trayecto que yo sigo, que llego, timbro y pregunto. Inclusive el título de la película sale a los seis minutos y pico.»

Luis Ospina, 1994.

«… cuando hice el capítulo del gusto me di cuenta de que es una cosa grandísima. En esa película de Lorenzo se habla del gusto por la pizza, del gusto por el cine, del gusto por la música. Ahí me di cuenta de que ese solo tema era un gran tema…»

Luis Ospina, 2019

«Formalmente, hay en «Nuestra película» más aspectos dignos de consideración. La mayor parte del tiempo, los entrevistados distintos a Jaramillo son presentados en el virado del video, que consiste en los tonos primordiales del blanco y negro, mientras Jaramillo es objeto del color. Hacia el final, la relación se trastoca e invierte hasta el punto de que es Jaramillo quien aparece en blanco y negro, yuxtapuesto a las imágenes de sus amigos en color.»

Juan Diego Caicedo, 1993

Deriva 2: Ensayos con la biografía: Fernando

«De un tiempo para acá, he estado pensando que lo que yo hago es una especie de “collage postmoderno” en el cual puedo incluir todo tipo de técnicas y de materiales diversos desde grabaciones de radio hasta conversaciones telefónicas, materiales de archivo, interpretación audiovisual de textos, entrevista, documental observacional, en fin, muchas técnicas. […] En [«La desazón suprema: retrato incesante de Fernando Vallejo»] pude hacer lo que siempre había tenido en mente que era mezclar todo tipo de técnicas y de formas de documental para lograr decir lo que yo quiero decir.»

Luis Ospina, 2003

«Cuando releí la obra de Fernando y encontré todo este chorizo de 125 adjetivos me encantó y lo marqué, porque yo todo lo iba marcando en los libros; eso se me hacía también como una definición muy buena de lo que era Fernando. Todos esos adjetivos pueden ponérselos a Fernando y a su obra, él los dice refiriéndose a «El río del tiempo» y se me hizo muy poético, casi como algo de León de Greiff.»

Luis Ospina, 2003

Deriva 3: Re-reinterpretación del Grupo de Cali

José Luis Guerín : «En todo caso la película […] me impresionó mucho porque nunca había visto yo algo así de cómo agarrarse al cine para sobrevivir, no? Me parece que es una película explícitamente testamentaria, pero con happy end, tiene un tono de […] se me acaba el tiempo y hay que contarlo todo… y no hay tiempo para ello […] finalmente, pienso que es una trampa para que la película haya sido más interesante… todo esto que te ha pasado–

Luis Ospina: «Podría ser un falso documental…»

Uno de los componentes primordiales de «Todo comenzó por el fin» es la cinefilia de Ospina y su generación. De hecho, esta película puede entenderse como una deriva en dos revisiones: la dedicada a vidas y obras ajenas (Andrés Caicedo, Carlos Mayolo, el Grupo de Cali en su conjunto) en paralelo con la que se concentra en la vida y obra del propio director.

Corolario: Experimentos con la verdad: el olvido

En la presentación de los créditos finales de «En busca de María», Ospina operó como historiador deconstruccionista: cuestionó la mitología del testimonio garante-de-veracidad-histórica mostrando partes de entrevistas a personajes de la película donde éstos dicen haber olvidado algo.

Con este recurso subrayaba la delicada labor que exige  cualquier intento de conjurar la que consideraba como la verdadera muerte: el olvido.