Introducción

En la obra de Luis Ospina, hay una corriente subterránea que la sostiene y le da su particular coherencia, lucidez y rigor: la autoconciencia sobre su medio de expresión. Siendo muy niño, el padre de Ospina le entregó al futuro director una cámara: «ahora le toca [filmar] a usted». Ese niño que «simplemente observaba» la realidad, según dice Ospina de sí mismo, no solo va a poblar sus películas de aparatos de registro y captura del sonido y la imagen, y de pantallas de todo tipo. Se sirve de esa tecnología para hacer un comentario -escéptico, irónico- sobre una sociedad que él, desde muy temprano, intuyó que era una sociedad teledirigida, de miedos acrecentados por los medios: un estado de cosas que solo un aparato crítico, como el que intentó y al que le dio forma, podría desactivar.

Pedro Adrián Zuluaga, Andrés Isaza Giraldo.

Pedro Adrián Zuluaga, Andrés Isaza Giraldo
HOMO VIDENS
Videoensayo
2020
7 min